La inteligencia artificial es una puerta de entrada para mejorar el servicio y la gestión empresarial. Ahora bien, cualquier negocio debe establecer un plan de acción y una estrategia concienzuda antes de implementarla en su actividad. De otro modo, lo que acabará siendo una tecnología ganadora puede convertirse en un lastre que impida el logro de los objetivos generales. ¿Cómo debemos incorporarla a nuestra organización? Existen cuatro procesos inaplazables que hemos de llevar a cabo durante su implementación.
Identificar las prioridades del negocio
Una prioridad es algo a lo que hemos de prestar atención de modo preferente. Es decir, de todas las acciones, enfoques y decisiones que se plantean en una empresa, las prioridades se convierten en las más importantes y urgentes.
Para poder tratarlas así, lo primero es identificarlas y catalogarlas como tales. No es inhabitual que algunas de estas cuestiones tan importantes pasen desapercibidas y sean, por tanto, ignoradas.
La inteligencia artificial es una nueva área tecnológica que permite a los ordenadores, los robots y las máquinas imitar el pensamiento humano. De este modo, utilizan el autoaprendizaje para ofrecer una solución innovadora y eficaz al realizar ciertas tareas de forma automática.
En las empresas, sin duda, proporciona grandes posibilidades de desarrollo y crecimiento. Eso sí, es mucho más que una incorporación de ciertos equipos, procesos y herramientas de última generación. Su integración supone un cambio de paradigma y un replanteamiento práctico del modelo de negocio y la filosofía de la empresa.
Por ello, de entrada es preciso definir cuáles son nuestras prioridades empresariales. Es imprescindible redefinir qué somos, por qué somos y cómo pretendemos serlo. De lo contrario, podríamos transformarnos en algo totalmente diferente a lo deseado.
Definir la visión del mañana
La continuación a esa revisión y restablecimiento de prioridades es proyectarnos hacia el futuro. El desarrollo progresivo de la IA implica una renovación social, económica y global. Los cambios se van a suceder a gran escala; por ejemplo, mediante la eliminación de muchos trabajos humanos que dejarán de ser necesarios. Además, existen dilemas éticos y morales derivados de la integración masiva de la inteligencia artificial ante los que hemos de posicionarnos.
Por supuesto, es una cuestión importante en términos de valores, pero no solo eso. También se trata de una cuestión estratégica fundamental para el desarrollo de las organizaciones. La visión de la empresa es el camino que deseamos seguir o el lugar al cual queremos llegar en el mañana. Ha de concretarse de forma clara, comprensible, estimulante, ambiciosa y realista.
La IA no es un fin en sí mismo, sino un medio para que cada empresa alcance sus fines y su esencia. Es un error, por lo tanto, embarcarse en la integración de estas tecnologías sin concretar antes hacia dónde vamos. Sería como echarse a la mar sin saber a dónde se pretende ir. Evidentemente, las corrientes y las circunstancias nos llevarán a alguna parte, pero el destino podría ser dramático.
Listar los obstáculos y los problemas del negocio
Superar obstáculos es habitual en cualquier empresa. De hecho, en realidad, las dificultades son oportunidades en ropa de trabajo. ¿Por qué no aprovechar esta transformación evolutiva derivada de la inteligencia artificial para afrontar esas dificultades? Estas innovadoras soluciones tecnológicas pueden ser la llave para desatascar las carencias estructurales que nos limitan.
Así por ejemplo, entre los principales obstáculos habituales en las organizaciones figuran los siguientes:
- Liderazgo inadecuado.
- Dispersión de objetivos e indefinición estratégica.
- Tecnología caduca u obsoleta.
- Desconocimiento o inferioridad respecto a la competencia.
- Complicaciones financieras.
- Falta de calidad.
- Desconexión digital.
- Incomunicación con el público objetivo.
Solo cuando concretamos a qué problemas nos enfrentamos estamos en condiciones de encontrar las soluciones óptimas. La inteligencia artificial se presenta, por descontado, como una cantera de grandes posibilidades de desarrollo empresarial. A partir de este listado de carencias y puntos de mejora, resulta mucho más sencillo centrarse en las respuestas idóneas.
Encontrar la solución en IA
El desembarco de la inteligencia artificial en cada empresa ha de responder a una estrategia perfectamente definida. Debe contemplar qué visión tenemos de la organización y cuáles son nuestras debilidades y áreas de mejora. Hacia ellas hemos de enfocar toda esta inversión de tiempo, formación y dinero.
Esta innovación tecnológica permite mejorar la experiencia del usuario, aprovechar el big data y crear vínculos comerciales más profundos. También está produciendo y dando servicio con menos costes y mayor eficacia.
Entre otras soluciones novedosas, gracias a esta inteligencia de las máquinas podemos obtener:
- Chatbots para atender al cliente.
- Productos de e-commerce personalizados.
- Optimización web mediante búsquedas de voz.
- Mayor blindaje ante los ciberataques.
- Soluciones de realidad virtual y aumentada.
- Automatización de procesos y sistemas de producción.
- Mejoras logísticas.
- Gestión de recursos humanos.
Las posibilidades que nos proporciona la inteligencia artificial son muchas y determinantes. Por ello, el pensamiento y el enfoque estratégicos resultan fundamentales para abordar este proceso de renovación empresarial. Han de ser la brújula, la guía y las referencias para tomar estas decisiones de un modo acertado.