El desarrollo de la tecnología persigue mejorar la vida humana y su entorno. En consecuencia, ha de dar respuesta a los desafíos medioambientales, sociales y financieros que nos ocupan y preocupan. Por lo tanto, además del desarrollo económico, debe impulsar la sostenibilidad.

¿En qué consiste el desarrollo sostenible?

El concepto sostenibilidad alude a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer las de las próximas generaciones. Dicho en otras palabras, el progreso y el bienestar presente no debe ser ajeno al porvenir ni a coste de quienes habitarán el planeta en un futuro.

Para lograrlo, pretende conciliar tres valores positivos:

  • El crecimiento económico.
  • La protección del planeta.
  • El bienestar social.

Consiste, por lo tanto, en aprovechar los recursos presentes para impulsar la evolución, pero sin comprometer los del mañana. En ese sentido, la tecnología avanza a gran velocidad garantizar dicho crecimiento y transformación sin causar ningún tipo de impacto medioambiental.

¿Qué es la tecnología sostenible?

Los recusos naturales, lo sabemos bien, no son ilimitados. Aunque la evolución de la tecnología parece capaz de nutrirse a sí misma, su progreso también ha de ser controlado, ético y duradero para las personas y el mundo que habitamos. De ahí nace el término tecnologia sostenible.

Se consideran como tales a aquellas que contribuyen a minimizar el impacto ambiental. Un buen número de ellas enlazan con el reciclaje, la reutilización, la preservación de los recursos naturales o la eficiencia energética. Otras tienen una influencia menos directa, pero igualmente positiva en la conservación ecológica.

A continuación, hemos seleccionado algunos de los avances tecnológicos más importantes para el desarrollo económico actual y futuro. Cabe esperar que, junto a ellos, surgirán nuevas alternativas que aporten innovadoras y mejores soluciones hacia la sostenibilidad.

Autoconsumo solar

Los combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, son limitados y altamente contaminantes para el planeta. Por eso, el empleo de alternativas energéticas ecológicas se presenta como la fórmula de futuro para todos.

El uso de células y paneles solares permite generar la electricidad necesaria para el autoconsumo doméstico y empresarial. Además, sus excedentes son vertidos a la red a cambio de una contraprestación, lo que favorece a los demás usuarios.

Automoción eléctrica

La electrificación del transporte terrestre están en marcha. No en vano, esta fuente de alimentación se considera la mejor alternativa actual al uso de los nocivos y finitos derivados del petróleo. Según las pautas marcadas por la Unión Europea, en 2035 se habrán dejado de vender los automóviles de combustión interna.

Esta tecnología está todavía en una fase de iniciación, sobre todo, debido a dos serias carencias:

  • La falta de autonomía actual de los vehículos.
  • La insuficiencia de los puntos de recarga existentes.

Con todo, las previsiones es que llegarán novedosos avances que eliminarán estas barreras y permitirán trasladarse por las carreteras de manera eléctrica.

Hidrógeno verde

Este gas también está llamado a convertirse en un combustible sostenible, gracias a un proceso de electrólisis. El hidrógeno verde, concretamente, es generado por energías renovables bajas en emisiones, sobre todo, la eólica y la solar.

Su versatilidad es una de sus principales características. De hecho, esta fuente limpia resulta especialmente aprovechable para la industria pesada. Incluso podría llegar a utilizarse en las baterías de los coches con energía 100 % limpia que emplearemos en el futuro.

Agricultura de precisión

En el sector primario, el más ancestral de nuestra civilización, las innovaciones tecnológicas son una constante realidad. Así, en la agricultura, se están incorporando nuevas herramientas y sistemas que mejoran el rendimiento y la calidad de los productos obtenidos.

Además, se está trabajando en métodos para optimizar el aprovechamiento responsable del agua y la eliminación de los productos químicos durante los procesos de cultivo. En ese sentido, la agricultura ecológica se sustenta en una tecnología mucho más respetuosa con el cuidado medioambiental.

Firma electrónica

Este avance tan específico también se revela como una tecnología sostenible de impacto muy positivo en el futuro de la Tierra. Su principal aportación es reducir el uso del papel en infinidad de trámites burocráticos.

Gracias a su implementación, evitamos un despilfarro innecesario que contribuía a la creciente deforestación del planeta. Por ello, esta solución digital supone un paso adelante decisivo en la lucha por mantener el equilibrio natural y la generación de oxígeno en nuestro entorno.

Reacondicionamiento tecnológico

La comercialización de equipos rehabilitados supone dar una segunda vida a los dispositivos informáticos o técnicos desechados. De este modo, se arreglan y dejan en perfecto estado de uso para que otros usuarios los aprovechen.

En consecuencia, se consigue un doble efecto positivo para el planeta:

  1. Disminuir la generación de residuos de difícil eliminación.
  2. Evitar nuevos procesos productivos, así como el gasto de los materiales y recursos energéticos que implicaría fabricarlos.

Podríamos seguir enumerando otros ejemplos de innovaciones digitales ecológicas. Como expresión cultural y obra humana, los avances tecnológicos responden a las expectativas y los intereses de las sociedades donde se desarrollan. Por ello, afortunadamente, la tecnología sostenible es un fruto importantísimo de nuestro tiempo.