La sanidad evoluciona al ritmo de las sociedades y de las personas que la reciben, aplican y administran. La transformación digital es solo uno de los factores que van a impulsar este cambio, no el único. De hecho, la realidad exige implementar nuevas estrategias en la medicina presente y futura.
Es prioritario comenzar a dar respuesta a los nuevos requerimientos de la salud mundial y local, individual o colectiva. Es imprescindible definir una estrategia global que contemple la nueva realidad de la sanidad humana y sus factores de cambio. Lo analizamos a continuación.
Nuevo perfil del paciente
Existen dos grandes cuestiones que están modificando el perfil general de los pacientes:
- Envejecimiento progresivo de la población.
- Nueva generación de personas más formadas y preparadas en salud y bienestar.
Durante las últimas seis décadas, la población mundial mayor de 65 años se ha duplicado. Según el Banco Mundial, en 2021 suponían casi el 10 % de los habitantes de nuestro planeta. Estamos hablando de más de 150 millones de personas.
En los países desarrollados, la tendencia es todavía mayor. Como referencia, en España suponían en 2022 el 20,20 % de total, frente al 13,84 % de los menores de 14 años. Esto implica un cambio en las enfermedades, los problemas y los casos a los que se van a enfrentar la sanidad.
Por otra parte, los pacientes jóvenes tienen conocimientos y recursos tecnológicos avanzados, así como una mayor sensibilidad por su bienestar. Se cuidan más y saben cómo hacerlo o, al menos, desean aprender a hacerlo.
Cambio de modelo
Esta nueva realidad poblacional invita a primar la prevención y los cuidados generales previos a la enfermedad. La nueva sanidad pone el foco en desarrollar una estrategia preventiva, no solo reactiva. Se ha demostrado que resulta mucho más eficaz y rentable prevenir que curar.
Siempre será necesario tratar enfermedades, sobre todo con una población tan envejecida. También por ello, sin embargo, se tiende a fomentar cambios en el entorno para anticiparse y evitar esos problemas físicos antes de que nos afecten.
Entre las prioridades de esta nueva medicina figuran las siguientes:
- Optimizar las medidas de higiene.
- Promover un estilo de vida activo.
- Adoptar dietas saludables.
- Descansar correctamente.
- Eliminar riesgos.
- Optimizar y maximizar las evaluaciones periódicas y los procedimientos diagnósticos.
Colaboración entre agentes
La pandemia de covid-19 ha cambiado la manera de trabajar en el ámbito sanitario. La crisis que provocó en el sistema mundial de la salud ha derivado en una nueva manera de afrontar la situación. Así, el trabajo colaborativo entre los distintos agentes se considera imprescindible.
La salud es una cuestión global. Es imposible, utópico e ineficaz compartimentarla. En el ámbito internacional, por ello, la Organización Mundial de la Salud tiene mucho trabajo por delante. Asimismo, nos obliga a establecer líneas directas de colaboración entre las iniciativas sanitarias públicas y privadas.
Compartir la investigación y el trabajo es una baza ganadora para plantar batalla a la enfermedad y los problemas presentes y futuros de la sanidad. Las sinergias entre las empresas y las instituciones permiten sumar conocimientos para avanzar más rápido. Unir el talento, con independencia de su procedencia, es la estrategia apropiada.
Nuevas tecnologías
Las innovaciones y tendencias técnicas actuales ofrecen excelentes posibilidades de mejora sanitaria. Por ejemplo, el trabajo en red y a distancia hace factible la colaboración entre las diferentes entidades del ámbito médico.
Son muchos los avances presentes y futuros que van a renovar la medicina mundial. Algunos de ellos ya han empezado a aplicarse; otros, no tardarán en ser muy efectivos.
Estas son algunas de las mayores aplicaciones tecnológicas en el ámbito de la sanidad:
- Inteligencia artificial para acelerar los diagnósticos, automatizar los flujos de trabajo hospitalarios y los chatbots para comprobar síntomas.
- Internet de las cosas aplicado a los objetos y equipos médicos.
- Realidad aumentada y virtual para diagnosticar y formar.
- Monitorización a distancia de los pacientes.
- Nanomedicina.
- Big data aplicado a la mejora de las predicciones y la adopción de decisiones.
- Consultas a distancia.
- Ciberseguridad y protección de datos.
- Impresión 3D, en especial para los implantes.
Gestión del talento
Una de las prioridades en la sanidad actual es aprovechar el talento, impulsarlo y estimularlo. Disponer de los mejores y favorecer el desarrollo de las cualidades individuales en cada actividad profesional sanitaria resulta decisivo.
Médicos de familia, especialistas, cirujanos, enfermeros, auxiliares, celadores, administrativos… conforman un microcosmos que se retroalimenta. Todos los perfiles son necesarios y determinan el éxito final de la labor sanitaria.
La escasez de profesionales, en un contexto con una gran competencia, es un problema cierto que resulta fundamental abordar. Crear entornos laborales más atractivos y eficaces es una de las líneas de actuación para el futuro. También, por supuesto, establecer los cauces idóneos para detectar, fomentar, reclutar, estimular y valorar el talento en la sanidad presente y futura.
Por lo tanto, nuestra sanidad se encuentra en un momento trascendental de evolución hacia un enfoque nuevo. Sus nuevas estrategias tratan de dar respuesta a unas demandas sociales y mundiales totalmente renovadas.